LA VIDA EN VERDE
La vida es demasiado grande para verse
hasta los muertos están vivos porque
qué otra cosa iban a ser que aquello
que nosotros leemos, conversamos...
En verde quejarte tanto podrías
escribir algo gracioso que quede
por si alguien algún día
necesitase una gracia para seguir.
La vida es demasiado grande
para dedicarle un poema, mejor
dedicárselo al verde, a las esperanzas
no sé sabe muy bien de qué...
Esperanzas de servir
algún día a alguien
para algo.
Kepa Ríos Alday
Esperando la Primavera
Estábamos sentados bajo el árbol no por protegernos del sol, sus rayos invernales eran tan débiles que sólo se notaban en los ojos, el resto del cuerpo estaba más influenciado por el frío viento y la molesta humedad. Estábamos bajo el árbol por que era el árbol de los veranos, de las conversaciones sin hielo, el árbol del olor a jazmines y asfalto fundido por el sol. Ese día no había nada bajo el árbol, ni si quiera nosotros estábamos bajo el árbol porque estábamos soñando, cada uno hablaba solamente en sus propios sueños. Comíamos pipas e insultábamos a alguien, tal vez alguien de nosotros... eran formas de pasar el tiempo, de esperar sin hacer especialmente nada. Igual que los ancianos que viven supuestamente esperando su hora, nosotros estábamos sentados para nada, para esperar la muerte. Pero nos daba miedo esa lejana idea insoportable. La señora que pasó ya había tenido nuestra edad y debía conocer nuestros débiles pensamientos, por eso nos lo dijo así tan eufemísticamente; fue como una regañina imperceptible de tan sutil. Ahora, treinta años después, me doy cuenta de que nos estaba regañando cuando nos preguntó sonriente, a modos de saludo: ¿Qué, esperando la primavera?
Kepa Ríos Alday